Retos humanos y técnicos, aprendizajes y algunas historias de éxito
Cuando hablamos de digitalizar una administración, solemos pensar en portales, apps o trámites online. Sin embargo, detrás hay retos humanos, técnicos y organizativos mucho más complejos.
En Viacore acumulamos años de experiencia trabajando con administraciones públicas, aprendiendo de cada proyecto y desarrollando soluciones que realmente funcionan y generan impacto en la sociedad.
Trabajamos para las administraciones, pero servimos a los ciudadanos
La mayor satisfacción de colaborar con administraciones está en ver cómo el software creado cobra vida en lo cotidiano: cuando un ciudadano resuelve un trámite desde casa, cuando un profesional simplifica su trabajo o cuando una comunidad accede a más transparencia.
En Viacore hemos desarrollado integralmente aplicaciones que han sido y son parte del día a día en Cantabria, como algunos de los que detallamos a continuación:
- CCDCan – Certificado COVID Digital de Cantabria: una aplicación web y móvil progresiva (PWA) que permite consultar y descargar el certificado digital de vacunación, test o recuperación.
- Gescare: un sistema para el Servicio Cántabro de Salud que recogía información de la línea de atención COVID, otras fuentes de prueba y datos de contacto para hacer seguimiento de pacientes, contactos y resultados clínicos en ámbitos como centros sociosanitarios y educativos.
- Sistema de Vigilancia Epidemiológica de Cantabria: una plataforma que integra datos en tiempo real de hospitales, centros de salud y laboratorios para el seguimiento dinámico de enfermedades, brotes y tendencias sanitarias. Esta aplicación permite a los responsables de salud pública visualizar mapas de incidencia, generar alertas automáticas y elaborar informes adaptados para la toma de decisiones.
Cada caso es más que un escaparate: es la evidencia de lo que se aprende al someter la innovación a la práctica real.
Retos invisibles en los pliegos, pero decisivos en cada proyecto
Cuando trabajas desde dentro descubres obstáculos que rara vez aparecen en los documentos oficiales, pero que marcan el éxito o el fracaso de una implantación:
- Sistemas legacy desconectados: muchas administraciones arrastran tecnologías construidas durante décadas. Conseguir que un nuevo módulo “hable” con ellas suele ser más complejo que diseñar la interfaz más avanzada.
- Seguridad crítica: en juego están datos de salud, identidades y expedientes sensibles. Aquí no hay margen de error: un fallo puede tener consecuencias graves.
- Usuarios muy diversos: ciudadanía, funcionarios, profesionales médicos o técnicos municipales… cada grupo con un nivel distinto de alfabetización digital. Si la solución no es sencilla, no se adoptará.
- Burocracia y plazos públicos: los procesos administrativos ralentizan el despliegue, pero eso no significa que el proyecto deba eternizarse. La clave está en modularizar, lanzar versiones pequeñas y poner algo útil en marcha cuanto antes.
- Cambios constantes: normativas nuevas, leyes que entran en vigor o tecnologías que evolucionan en medio del camino. Si todo está rígido, toca rehacer demasiado.
Nuestra fortaleza: experiencia práctica con un enfoque humano
En tecnología aplicada a administración pública no basta con conocer la norma o dominar la herramienta. Lo que realmente marca la diferencia es cómo se aplica, cómo se acompaña y cómo se convierte en valor real. En Viacore nos movemos por principios simples, pero sólidos:
- Funcionalidad con propósito: cada módulo, API o pantalla debe responder a una necesidad concreta, no a un “qué bonito sería tenerlo”.
- Acompañamiento real: no entregamos software y desaparecemos. Participamos en la implementación, la formación y el soporte para que la herramienta viva y evolucione.
- Iteración continua: preferimos lanzar algo útil cuanto antes, aprender del uso real y mejorar con cada versión.
- Rigor sin rigidez: trabajamos con estándares, interoperabilidad y seguridad, pero sin perder creatividad ni agilidad.
Porque creemos que la tecnología pública debe ser eficiente, confiable y profundamente humana. Lo hemos demostrado en cada proyecto: con aciertos, con errores y, sobre todo, con aprendizajes que perduran.